Si estás buscando el mejor sistema de saneamientos para tu hogar o segunda residencia pero no sabes cuál elegir este artículo te interesa. A continuación te contamos todos los datos y recomendaciones que necesitas para que comprendas qué es mejor: una fosa séptica o un biodigestor. Si tienes esta duda aquí vas a poder revisar las diferentes características de cada una de las dos opciones para que puedas escoger la que mejor se adapte a lo que tú necesitas.
Qué es mejor, una fosa séptica o un biodigestor
Lo primero que debes saber es qué es una fosa séptica y qué es un biodigestor. El biodigestor es un eficiente contenedor totalmente impermeable cerrador de forma hermética. Este contendor se llama reactor y dentro de él se tratan los desechos orgánicos (de animales, vegetales y también humanos) fermentándolos en anaerobia. Un biodigestor separa de forma eficiente los sólidos de los líquidos para que el agua pueda regresar a la naturaleza y además cuente con propiedades fertilizantes. Asimismo, la parte sólida es transformada de forma eficiente en metano por el biodigestor. Este es por tanto un mecanismo ideal para tratar y transformar el agua sucia ya que no perjudica para nada al medio ambiente y además produce los gases que se necesitan para usar en la vivienda, pudiendo evitar por tanto el gasto en caldera.
Su función principal es usarse como combustible, como nos cuentan los expertos de Sustraiakgrupo, ya que un biodigestor sirve para producir un gas con mucho metano e inflamable que puede canalizarse hacia la cocina y hacia la caldera de forma sencilla. Este gas también puede refinarse con biometano. Además, en cuanto al líquido que se obtiene del biodigestor, cabe reseñar que éste podrá usarse de forma sencilla para enriquecer la tierra.
Por otro lado encontramos la fosa séptica. Se trata sin duda de la manera más sencilla y también económica que existe para el tratamiento de las aguas residuales domésticas en las zonas rurales o en las casas aisladas que se encuentran más lejos de los núcleos urbanos y por tanto sin red de alcantarillado o de tratamiento municipal de residuos. Una fosa séptica es una cámara totalmente hermética en la que se almacenan y se tratan las aguas negras domésticas para lograr solucionar el problema de falta de red de alcantarillado y de estaciones depuradoras para tratar este tipo de aguas. Es por ello que la función principal de una fosa séptica pasa por la separación y la transformación de toda materia sólida contenida en las aguas. La parte sólida caerá al fondo y la líquida quedará por encima. Todo tipo de bacterias aerobias y anaerobias actuarán encima de esta materia orgánica descomponiéndola en otros componentes inorgánicos para convertirlos en materia soluble en los líquidos.
De esta forma es posible devolver toda el agua a la naturaleza con muy poco riesgo y muy poca contaminación. Así, la parte sólida deberá llevarse a lugares especialmente preparados para poder tratarla de forma respetuosa con el medio ambiente.
En cuanto a la pregunta de si es mejor la fosa séptica o el biodigestor es importante aludir a las ventajas de cada una de las dos opciones. La fosa séptica, por su parte, resulta muy sencilla de construir, es económica y también puede hacerse rápidamente y sin dificultades. Los biodigestores son también fáciles de instalar rápidamente porque funcionan con una sola pieza a prueba de todo tipo de golpes y son herméticos y sus materiales no se corroen con facilidad.
En segundo lugar la fosa séptica no consume energía con lo que no tiene gastos, sino que su funcionamiento es gratuito. El biodigestor no sólo no produce gastos sino que produce energía renovable y sostenible con lo que además de ser gratis puede ayudarte a ahorrar.
Una fosa séptica puede controlarse con un mantenimiento muy leve vaciándola cada cierto tiempo. No suele requerir de reparaciones ni de ningún otro tipo de gasto extra. Los biodigestores por su parte, además de no necesitar apenas mantenimiento, minimizarán al máximo la contaminación del medio ambiente si se comparan con una fosa séptica porque cuentan con energía totalmente sostenible y renovable.
Otra de las ventajas de las fosas sépticas es que se ubican siempre bajo el suelo, con lo que no alteran para nada el aspecto del jardín, chalet o el espacio en que las ubiquemos, ya que resulta imposible percibirlas desde fuera.
Los biodigestores, pos su parte, son la mejor opción para reducir al máximo el riesgo de enfermedades en comparación con otro tipo de sistemas de tratamiento de residuos y de aguas sucias. Además, su punto fuerte es que permite conseguir fertilizantes y gas de manera natural, optimizando al máximo toda la material orgánica de desecho.
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