Sentar al bebé en la trona es uno de los pasos más importantes que realiza tu pequeño en su desarrollo, y aunque para nosotros, el hecho de estar sentados es una práctica muy habitual y que pensamos que hemos adquirido sin complicación alguna, en el menor este proceso requiere una serie de pasos previos para sentarlo en la trona y que podamos decir ha completado este logro.
Desarrollo del bebé previo a sentarse
Aunque el desarrollo cognitivo y motriz del recién nacido es visible cada día, con el giro de la cabeza cuando un ruido le llama la atención o cuando contesta a nuestra voz con una sonrisa, existen procesos que deben darse poco a poco y sin forzarlos, ya que estaríamos poniendo en juego la salud del menor. En el caso de estar sentados, el bebé primero debe de ser capaz de aguantar la cabeza con la musculatura de su cuello, un reto que, aunque pueda parecer sencillo, para ellos no lo es. Una vez logrado esto, lo cual suele ser alcanzado sobre los tres meses, los siguientes pasos que darán será los de ir flexionándose mientras está boca abajo.
Podríamos decir que cuando se encuentra en la postura de boca abajo, y el pequeño empieza a mirar hacia arriba arqueando la espalda, estará ejercitando su zona lumbar, la cual se convertirá en una parte muy importante de su desarrollo, consiguiendo que se fortalezca toda la espalda con el fin de que, cuando se siente, pueda hacerlo de manera correcta y sin sufrir su cuerpo. El momento ideal para que se pueda sentar el pequeño con ayuda de sus padres es a partir de los seis meses, es aquí cuando ya su cuerpo tiene más fuerza y es capaz de, con algo de esfuerzo, aguantar el equilibrio. Recuerda que no es conveniente que el pequeño se quede solo en esta posición, ya que todavía no es capaz de aguantar correctamente y podría caerse, dándose con la cabeza en el suelo y hacerse mucho daño (fuente: https://tronabebe.eu/).
Consejos para sentar a tu bebé en la trona
Una vez que ya ha adquirido esta habilidad, puede ser un buen momento para sentarlo en la trona. Una de las recomendaciones que se les da a los padres es que no quieran realizar la tarea de que estén tranquilos sentados en una posición y la de que aprendan a comer, puesto que pueden verse frustrados al intentar hacer ambas cosas y que ninguna le salga bien. Los bebés cuando empiezan a comer se sienten algo incómodos puesto que están descubriendo que deben de hacer un esfuerzo extra y que no es tan sencillo como un biberón, y si a esto le tenemos que añadir que todavía no han aprendido a sentarse correctamente, correremos el riesgo de que se convierta en una auténtica misión imposible.
Por lo tanto, el primer paso que tendremos que llevar a cabo es el de sentarse. Tenemos que tener mucho cuidado a la hora de atarlo a la trona, puesto que son muchas las personas que dejan al pequeño sueltos sin sus cinturones ni correas, esto hará que el menor corra un riesgo excesivo puesto que se puede caer y golpearse, por lo tanto, busca una trona que tenga al menos cinco puntos de anclaje, es decir, que le aguante los hombros, con el fin de que no se vaya hacia delante, como también la parte de la cintura. Al principio puede que se resista, pero tienes que estar con él, dándole juego y haciéndole ver que es todo un logro, animándolo y consiguiendo que se sienta a gusto. Este proceso puede durar una o dos semanas, por lo que tienes que armarte de paciencia, con el fin de que, una vez conseguido este objetivo en su desarrollo, puedas darle de comer sin problemas.