Lamentablemente, quieras o no, la oxidación de los elementos metálicos es algo inevitable. Sobre todo, si los mismos están en constante contacto con el agua o con la humedad. Afortunadamente, hay diferentes métodos que podemos utilizar para acabar con el óxido de los elementos metálicos de manera 100% efectiva y sin dejar rastro de él. Te lo explicamos a continuación.
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Papel de aluminio
Aunque este método no es muy conocido, resulta muy eficaz. Mucho más que otros métodos empleados para quitar el óxido. Además, para ello solamente necesitamos un producto que es el papel de aluminio. En este caso, lo que debemos hacer es utilizar el papel de aluminio para rascar sobre las superficies con óxido. Como es posible que el óxido acabe cayendo sobre nuestras manos, es aconsejable que empleemos guantes para que no se cuele en las uñas o nos irrite la piel.
Lo bueno de utilizar el papel de aluminio es que, al ser maleable, le podemos dar la forma que queramos para alcanzar los lugares más pequeños, como los orificios o las pequeñas hendiduras. Ello nos permite limpiar por completo la superficie metálica oxidada, además los resultados son óptimos y se elimina prácticamente en su totalidad. Por otro lado, el papel de aluminio no suele agredir el metal oxidado ya que la superficie es tan fina que no provoca rayaduras.
Bicarbonato sódico
Quizá este componente es el más popular en cuanto a remedios caseros para eliminar el óxido. Para poder eliminar el óxido con bicarbonato solamente necesitamos seguir los siguientes pasos. Lo primero que hay que hacer es colocar varias cucharadas de bicarbonato en un vaso de cristal. A continuación, hay que humedecerlo levemente con un poco de agua. Recuerda, solo un poco de agua. Una vez que esté húmedo lo aplicamos sobre la superficie oxidada. Lo siguiente que hay que hacer es frotar con un cepillo de dientes o con una esponja. Después se retirarán los restos de bicarbonato con un papel o paño seco, de esta forma el metal recuperará su aspecto y su brillo original. Lo bueno del bicarbonato es que resulta muy poco agresivo, además de asequible.
Utiliza un decapador
Un decapador es una herramienta empleada para llevar a cabo diferentes tareas de bricolaje entre las cuales se encuentran la eliminación de las capas de pintura, de óxido o de barniz. Esta herramienta puede ser utilizada tanto a nivel profesional como en el ámbito doméstico. Otras de sus aplicaciones principales son las de soldar tuberías de plástico, así como retirar pegatinas o estañar metales. Lo bueno del decapador es que su uso utilización es muy efectiva y el acabado es profesional, quedando como si hubiera sido recién pintado.
Esta opción te la recomendamos principalmente porque, tras haber consultado con https://www.misstoolbox.net/ al ser uno de los portales de referencia en el sector de las herramientas, nos han confirmado que los decapadores son la opción más profesional para eliminar el óxido. En caso de que tengas en mente realizar esta tarea de forma asidua, disponer de una herramienta de estas características en tu caja de herramientas es una buena opción, ya que tiene otros muchos usos, como descongelar tuberías de cobre, doblar tubos de plástico o incluso soldar láminas, como comentábamos más arriba. Cualquier reforma en la casa por pequeña que sea puede simplificarse si optas por un decapador, y n lo que respecta a eliminar óxido es la alternativa más rápida y eficaz.
Limón
El limón es también uno de los remedios caseros más empleados para acabar con el óxido presente en lo metales, ya sea del grifo del lavabo, de la alcachofa de la ducha, de la barandilla de la piscina o de las escaleras, etc. Para ello, solamente debemos colocar un poco de sal sobre la zona en la cual está presente el óxido. El siguiente, y último paso, es aplicar una cantidad abundante de jugo de limón sobre ella. Habrá que frotar durante un rato hasta que el óxido se desprenda por completo del metal. Debes tener en cuenta que el óxido, así como el ácido del limón pueden irritar tus manos, así que en la medida de lo posible trata de utilizar guantes para que esto no ocurra.
Vinagre de manzana
Concluimos con otro remedio casero, pero de calidad, para poder acabar con el óxido de los metales del interior de la vivienda. En este caso, lo que conseguimos es eliminar el óxido de los metales a través del vinagre de la manzana y la acción de sus ácidos. El mismo actúa contra el moho que se va acumulando en las piezas metálicas y que, posteriormente, las acaba oxidando. Para ello, lo que debemos hacer es verter una gran cantidad de vinagre de manzana en un recipiente con el cual se cubra la totalidad del objeto que vamos a limpiar. Este objeto se debe dejar en el interior del recipiente durante unas cuantas horas (6 o 7, aproximadamente). Al día siguiente habrá que frotar el metal con un cepillo. Si ves que el óxido no se ha quitado, puedes repetir el proceso durante un par de días más.
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